Paso número 1. Prende tu vela y deja que se derrita toda la primera capa de ella hasta el borde del recipiente.
Paso número 2. Ideal, no dejarla encendida por más de 4 horas.
Paso número 3. Al apagarla, hazlo ahogando la llama con la tapa.
Paso número 4. A la siguiente prendida, retira con una tijera o con tus dedos la mecha de algodón quemada sobrante.
Paso número 5. Enciende de nuevo y repite estos pasos en cada uso.